Auch ... Quería fingir que no puedo oírlos pero tienen un poco más y se tiran del pelo. Quería intervenir, pero pensé que era demasiado bueno donde estaba y si hubiera intervenido se habrían sentido avergonzados.
Lograron despertarme sin darme cuenta y sin llegar a ningún resultado. Mantuve los ojos cerrados y traté de no pensar en nada, ignorando lúcidamente la oscuridad y tratando de alejar de un corazón frío la sangre caliente que corría por mis venas. Un segundo de inestabilidad fue suficiente para que me desgarrara el delgado hilo sobre el que estaba tendido. Estaba tratando de calentarme con una imagen creada virtualmente de un ...
- ¡¡¡BAAAA… !!! ¡Ve a decírselo ahora! ¡Ahora te vas!
- Es bueno para él… lo juro, es bueno… No tiembles innecesariamente.
- Tú ... ciertamente no ...
- No te oculté nada. Tu no entendiste.
- Ahhh… ¡tu madre! Estás mintiendo, así que ... ¿Cómo supiste lo que iba a preguntar?
Sentí que estaba explotando y salté de la cama pensando en ellos. Con dos pasos llegué a la puerta y casi la arranco de las bisagras. Frente a mí estaban las siluetas de dos seres temblando como gelatina en una luz difusa. Fue más una sensación que una frase definida y me doy cuenta con asombro de que no me habría molestado en abrir la puerta en absoluto. ¿Qué diablos hice? ¿Me estoy muriendo y ahora espero sus felicitaciones? Estos dos me miran con asombro y estoy petrificado por su imagen. Por el rabillo del ojo trato de ver algo real en la habitación. está bien. Un pelaje comienza a extenderse a lo largo de la cama después de un buen sueño. Lentamente giro la cabeza hacia la ventana y doy un paso atrás. Veo la luz naranja del alumbrado público tratando de abrirse paso a través de las persianas. Doy otro paso atrás y les doy la espalda. ¡¿Que demonios?! ¡Empapeé mis paredes con piel de cebra!? Algo no está bien, pero tal vez sea solo la luz entre las persianas todavía impresa en la retina. Oí moverse la puerta principal como si la soplara una fuerte corriente. Se escaparon. Escuché sus pasos apresurados en dirección al ascensor. No iba a ser ... Abrió la puerta y juntos dieron el paso fatal hacia una meta de siete niveles. Macestarían juntos hasta el último momento.
Estaba a mis pies y me sentí completamente confundido. Lo dejo a un lado (dices que está al borde de un derrame cerebral ... si sus ojos se le salen de la cabeza más que eso, tendrá que buscar a su caracol hembra cuando ya no lo prive de su libertad) y voy a la cama.
Ahora está tranquilo ... y pude dormir tranquilamente ... (¡Oye! ¡Estoy despierto! ¡No tienes nada que decirme porque ya no existes!)
